lunes, 11 de julio de 2011

CONCEPTO DE CONVIVENCIA, ASOCIADO AL DE EXPRESIONES CULTURALES

Para la elaboración de este ensayo, me voy a basar en varios párrafos de la segunda unidad. Los he escogido porque me llaman la atención por su planteamiento y por la connotación que esta tiene sobre el sentido de la convivencia y su relación con las expresiones culturales, entendidas como el ejercicio que va más allá de “permitir que quien piensa diferente, exista o llave a cabo sus prácticas, sin molestar…”. Me refiero a un intercambio permanente, con un sentido de edificación mutua entre dos partes diferentes y a veces, diametralmente opuestas. Esto acaso, podría llamarse COEXISTENCIA.

La primera frase: “…Un ejemplo trivial es lo que sucedió con la famosa manzana de Adán en el paraíso, ninguna escritura bíblica hace alusión a una manzana, eso fue algo que se popularizó luego de un concurso de pintura efectuado en el renacimiento en el que Miguel Ángel resultó vencedor con su visión del paraíso, en adelante el mito de la manzana de Adán tomó fuerza y se concibió todo un paradigma en torno al tema que no pasaba de ser la visión particular de un artista pagano. (Goyeneche Rodríguez Jhon Mauricio. Módulo CONVIVENCIA Y EXPRESIONES CULTURALES. UNAD.), contiene una lectura exclusiva de lo simbólico, que si bien es cierto se ha vuelto anécdota debido a las intenciones de eludir la responsabilidad histórica, que tiene la evangelización. Por eso, desde los primeros tiempos, se ha alejado del análisis de dos puntos básicos: El acto de la verdad justiciera, en la persona del carpintero de Belén, por encima de cualquier otro interés (Rasgo del cual carecen la mayoría de sus fieles y devotos…) y la condición femenina en la historia bíblica. Este segundo aspecto, tiene en nuestro medio un interés singular, debido a la deformación que la presión del patriarcalismo, ha aplicado sobre los espacios culturales, sociales y políticas, con el fin de mantener sus privilegios. Es precisamente el evangelio, una de las argumentaciones, que sostiene y naturaliza condiciones de violación constante de derechos sobre las mujeres. Es la mujer la “culpable” en la tentación a un macho “inocente” y esto la proscribe en toda la historia del pueblo hebreo, en la que son los hombres, revestidos de profetas, jerarcas, espíritus y del mismo dios, quienes guían y determinan el curso del deber ser moral y espiritual.

Por medio de la violencia, esa misma ventaja masculina se impone a los pueblos primitivos de toda América, en los que las mujeres representaban la línea hereditaria, el consejo sabio, la idea de fertilidad, el depósito de la herencia cultural y mitológica, y la autoridad político - administrativa, entre muchos otros papeles predominantes. En este punto es donde hombre y mujer, dejan de CONVIVIR O COEXISTIR y comienzan una relación de explotación y de dependencia. Son todos esas desmemorias causadas por la inquisición, la moral y actualmente la gran alianza entre el poder político y militar, las que robustecen, con el auge de más y más sectas e iglesias, unas relaciones desiguales, entre mujeres, que permanecen en el ámbito de lo privado, mientras que los patriarcas, guían el mundo de las cosas del hacer, lo público. Así pues, el concepto de una convivencia incluyente y dinámica, puede ser afectada gravemente por una estrategia conscientemente premeditada desde estructuras con gran poder económico, que desean conservar a las mujeres lejos del poder, mediante la prohibición y la sumisión ante el mundo de los machos, auto - declarados artífices de la historia… Podría decirse que desde el ingreso de la evangelización en el mundo de las culturas precolombinas, la convivencia fue afectada por una idea que enfrentó las realidades femeninas y masculinas, anteriormente complementarias y correspondientes. Las expresiones culturales también fueron alteradas, prohibidas manifestaciones como la lengua, la religión, la culinaria, la educación, entre muchas otras manifestaciones.

El segundo párrafo, “…Así por ejemplo en Colombia se distingue con facilidad qué es un vallenato o qué es un popurrí, o qué es un bambuco, o qué es un mapalé, o un sanjuanero, etc y del mismo modo como se reconoce la diferencia cultural entre las danzas se resalta paralelamente la brecha entre los grupos humanos que las interpretan…” …” (Goyeneche Rodríguez Jhon Mauricio. Módulo CONVIVENCIA Y EXPRESIONES CULTURALES. UNAD.) En ella, el autor quiere muy seguramente, dar al aspecto de la diversidad musical, un sentido central en la construcción de la convivencia, sin embargo menciona la palabra POPURRÍ, como un aire o ritmo nacional, al estilo de las cumbias y torbellinos… Mientras que el popurrí es una selección de partes de un todo, que han sido puestos a “convivir…” dentro de un contexto. Sin tener certeza acerca de la intencionalidad del autor, de este “lapsus”, se evidencia en ella, una de las mayores debilidades en la construcción de la CONVIVENCIA: La confusión entre armonía y homogeneidad.

En escuelas, colegios, empresas y organizaciones humanas en general, la CONVIVENCIA, se asocia al sentido de la fidelidad con un modelo imperante. Quien CONVIVE O COEXISTE EN PAZ… es porque ha hecho una negación de su singularidad, ha silenciado su diferencia, en favor de una inexistencia de la deliberación. Y es en este extraño y a la vez terrible supuesto, en el que se fabrican los planes de pacificación, las campañas de prevención y las políticas públicas. El querer por fuerza hacer partícipe a una persona o grupo, en una sola intensión convenientemente mayoritaria, como el país, la patria, la democracia, la libertad, el desarrollo, el bien común, las buenas costumbres y hasta la moral…, significa el fin del diálogo individual y social. De la dialéctica, como sistema de construcción de conocimiento. En las expresiones culturales, se da una baja sensible en la producción de nuevas propuestas en el arte, en las costumbres y prácticas. Se detiene la evolución social.

El tercer párrafo, tiene que ver con: “…Varios ejemplos históricos ilustran al respecto. La santa Biblia es quizás uno de los compendios de ética y moral más grande de la humanidad, en sus letras no sólo se encuentran hermosos fragmentos poéticos, sino también alusiones históricas, tradiciones, leyendas, mitos y por supuesto un sin número de enseñanzas que han afectado la existencia de millones de personas en el planeta, paradójicamente es un escrito de origen hebreo con una marcada influencia egipcia, por tratarse de una elaboración ejecutada durante el tiempo en que los hebreos fueron esclavos de los egipcios, más de cinco mil años de tradición se albergan en éste compendio…” (Goyeneche Rodríguez Jhon Mauricio. Módulo CONVIVENCIA Y EXPRESIONES CULTURALES. UNAD.) En la intencionalidad del párrafo, se reflejan aspectos de admiración que claramente se ubican del lado narrativo, literario y un tanto histórico, pero inconscientemente, queda por fuera el contextualizar el sentido mismo de la historia judía. Un elemento que se evidencia en las descripciones del antiguo testamento, son las manifestaciones abiertamente SEGREGACIONISTAS sobre otros pueblos. Se advierte eso sí, que tal práctica reprochable, obedece a cumplimiento de alianzas, voluntades y estrategias entre seres humanos y dios. Esto mismo justifica la muerte y la esclavitud de otros grupos humanos. Es evidente también, la práctica de la eliminación social y política del que piensa diferente “LA IMPUREZA”, relacionada a las plagas y enfermedades que afectan a quienes no siguen sus preceptos divinos.

De esta manera, se fue fabricando un MESIANISMO CULTURAL, con ingredientes de poder económico, que en poco tiempo hicieron identificable un modo judío de comercio… seguido de una colocación estratégica en espacios de poder político y económico. Sin embargo este carácter, está desligado de la parte religiosa, ya que el judaísmo, discrimina al creyente según su procedencia, condición económica y racial. Un judío africano, de raza negra, no posee ni poseerá nunca los privilegios, ni posibilidades, del mismo judío newyorkino, de raza blanca… La propia producción cinematográfica judía, que anualmente se esfuerza por refrendar la deuda del mundo con el holocausto, demuestra en piezas como “La Lista de Schindler”, que la sola condición judía no era, la que hacía susceptible de prisión a un ciudadano. Era en gran medida, su condición económica. Schindler nunca es apresado ni juzgado, muy a pesar de que el argumento de Hitler, era la devolución de la banca alemana a los alemanes.

No es extraño entonces, que el texto bíblico, sea tomado como instrumento de ética y moral, a la medida de las conveniencias. Inicialmente, de la propia jerarquía judía y posteriormente de la derivación católica, representada hoy en día, por iglesias, sectas cristianas y empresas multinacionales de la fe, que en conjunción con modelos de gobierno, permeados por el interés económico, trabajan en la penetración cultural y el adormecimiento de la capacidad del pensamiento crítico de sus comunidades. El impacto sobre las expresiones culturales, es gravísimo, ya que se da una penetración hacia la familia del sector popular, la cual adopta costumbres, vocablos, vestimenta e ideología, ligada casi siempre a candidatos a corporaciones, nada espirituales y en cambio, muy dispuestos al control y gasto conveniente según sus intereses, del patrimonio local. Lo peor del caso, es la eliminación de la duda y el derecho a disentir, como se dijo, en aras a un “orden” que dogmáticamente, no admite cuestionamientos.


EL último párrafo seleccionado es: “…El teatro colombiano desde su auge en la década de los setenta marcó un hito en la historia cultural del país, ese teatro contestatario y lleno de contenido fue la base de muchas de las propuestas estéticas y de contenido escénico que hasta hoy se mantienen vivas…” (Goyeneche Rodríguez Jhon Mauricio. Módulo CONVIVENCIA Y EXPRESIONES CULTURALES. UNAD.) La proposición de contestatario, corresponde a un calificativo de reacción, ante una propuesta institucional o entendido desde el estado, “lo legal…” Esta connotación, es una fabricación cultural desde las relaciones del poder, para designar los movimientos sociales, desde lo tardío, lo que viene después de lo legítimo… Es allí, donde parte del empoderamiento cultural, tiene que auto - anlizarse, con miras a cambiar no solo la lógica del discurso, sino la propia manera de operar frente a la construcción ciudadana. Particularmente el arte, no puede ser llamado “contestatario”, porque por su propio sentido, está pensado para causar una reacción. Particularmente, el movimiento teatral colombiano de los años setentas y ochentas en Colombia, logró una conjunción de intereses, capaz de situar en cada una de las grandes ciudades del país, un grupo o dos, emblemáticos, por su autonomía y su propuesta estética. De estos, surgieron, no solo los actores que hoy se consagran como parte integral de la historia del teatro nacional, sino los escritores y directores con más influencia sobre las nuevas generaciones. Nombres como Enrique Buenaventura, Santiago García, Humberto Martínez Salcedo, Humberto Dorado, Vicky Hernández, entre muchos otros. Habría más bien que preguntarse, acerca de lo que hoy pasa en el teatro y los nuevos lenguajes de la comunicación corporal y la actuación. Sobre a calidad de las telenovelas, que acapararon no solo una manera de expresión sino, prácticas como la lectura, la charla directa, la disertación con elementos debidamente introducidos por la experiencia y corroborados por la ciencia. Es alarmante la calidad del diálogo interpersonal, remitido a la repetición de los estímulos audio visuales o a las lecciones inobjetables de los demás medios.

A MANERA DE CONCLUSIONES.

El concepto de convivencia asociado a las expresiones culturales, tiene que ver con el reconocimiento y aceptación de una responsabilidad en la transformación de las situaciones de marginación contra las mujeres, posibilitadas por las creencias y prácticas patriarcalistas, de la religión cristiana, católica y afines. En la eliminación de cualquier práctica homogenizante, que niegue la singularidad y derecho a la objeción y la libre decisión, frente a un acto o credo. Al uso de parámetros morales y éticos, que vayan más allá de la forma y lleguen al respeto de la dignidad humana, sin negación del acto lúdico y sensible, que fortalezca la fraternidad y al replanteamiento de un arte en general, que indique de manera crítica, caminos nuevos de inclusión y respeto por las expresiones de las minorías raciales y étnicas.


ORLANDO MARTÍNEZ TRIANA
311 4 83 83 35
negromartri@gmail.com

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