Siempre he creído que la relación entre el docente y los – las estudiantes, desborda más allá del aula y de los espacios institucionalizados, como académicos. Casi que la vida diaria está impregnada por un acto natural de intercambio de experiencias y sueños. Había considerado nocivo, el docente que se distanciaba de su curso y no compartía espacios de vivencias adicionales… De tal manera que hasta hace algunos años, la educación a distancia era un extraño intento del cual tenía muy pocas valoraciones. El ingreso de las nuevas tecnologías, situó a la mayoría de la población joven colombiana, frente a un hecho real que era el puente, entre las generaciones anteriores y ellos – ellas. Si algo ha marcado un corte generacional en el mundo, ha sido la tecnología de la información en finales del siglo 19 y comienzos del 20. El sentimiento natural de rechazo a una historia que aunque desconocida, causa repulsión, sobre todo por la propaganda publicitaria, que impulsa al consumo, envalentonando a la juventud a un supuesto cambio histórico radical, por el solo hecho de comprar alguna de sus baratijas innecesarias… Sin embargo la dificultad que para muchos y muchas de nuestras pasadas generaciones, ha significado la utilización de estas tecnologías, sí representa un hito que nos coloca un antes y un después.
Para nuestras generaciones anteriores a las TICS, los tesoros perdidos, son las cartas escritas a mano, porque tenían el testimonio de la propia persona, su rasgo, su sentido de la palabra envuelta en sentimiento de ese momento irrepetible, de la nostalgia, del recuerdo triste o alegre, del intenso sentimiento, que quería por medio del garabato literario, abrazar al ser, que lejos abriría en una o dos semanas, nuestra carta. La letra de molde, como decía Nihinsky, había matado la identidad de la caligrafía y eso lo refrendó la letra digital. Otro gran tesoro, es el ejercicio mental del diálogo y la palabra. La palabra al estilo de lo griego, la construcción del conocimiento mediante el diálogo, como un espacio reflexivo y profundamente crítico, que además fue la manera como los pueblos precolombinos, sostuvieron su cultura por más de 20 siglos. Muy seguramente estas nuevas generaciones, van a estar desposeídos por una elocuencia diversa, amplia, robusta y se enmarcarán en un reducido número de neologismos, dado el poder de los medios y las globalizaciones convenientemente aplicadas, que evitan colocar en su agenda la globalización de los derechos, de las diversidades, del respeto a las culturas primitivas… y a un horizonte amplio y diverso en la educación. El último y no porque no haya más tesoros perdidos, sino para no convertir este artículo en un pañuelo de lágrimas, es el disfrute estratégico de la lectura, como un gimnasio mental, con capacidad de fortalecer la imaginación que un párrafo suscita, primero, por la maravilla de reconocer en un símbolo, una grafía y con ella, la interconexión de las palabras, hasta llegar a la interpretación de una acción o un fenómeno, que además es comparado con las experiencias anteriores, hasta forjar una imagen… dejando en todo este esfuerzo, lo que algunos pedagogos señalan como UNA EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA. Era así que se fortalecían los cerebros del pensamiento, que aún sostienen y sostendrán por mucho tiempo, las columnas de la cultura de la libertad, del pensamiento crítico e independiente y de la defensa de los sueños de autonomía y respeto de la civilización humana.
Ya después de las TICS, encontramos unos compendios someros, de los temas y aspectos centrales y determinantes del conocimiento humano, al estilo de los resúmenes que le vendían los libreros a los estudiantes “astutos”, que siempre sacaban buenas notas, pero malísimas posibilidades de proyectarse como gente buena. Encontrábamos malas alteraciones de la historia, acomodadas, por la versión mediocre del mercader, del publicista, del delincuente, trepado en el gobierno, en los espacios comerciales, industriales y hasta académicos… “Basta de historias”, dice por ahí un pseudo historiador argentino, más cercano a las revistas de moda y glamour, que a un juicio seriamente científico de las condiciones de la educación en Latinoamérica.
Sin embargo, están las huellas de la gloria, están las personas e instituciones que se duelen de la mentira generalizada, de la suplencia mentirosa del pensamiento liberador y de la demostración científica de los sueños… Es por eso, que encuentro en este espacio de especialización en EDUCACIÓN CULTIURA Y POLÍTICA, DE la UNAD, el símbolo inequívoco de los instrumentos para el cambio hacia una evolución detenida por las imposturas del inmediatismo, el olvido, la pérdida de las memorias, que poseen el listado de las cosas por hacer, como seres y como pueblo. Ciertamente hay valiosas cosas, irremediablemente perdidas, mentiría si dijera que los tiempos de la sicodelia y la fuerza universal de la gloriosa década de los sesentas, van a volver con sus flores y su humo que lo cura todo (…) Que la escuela de Frankfurt renacerá en los expresionistas alemanes, volviendo a entonar victoriosos, el grito de batalla “GIME EL ANIMAL, BAJO EL PESO DE LA IDEA…”. Es, por ahora, muy lejano el que presenciemos nuevamente la entrada triunfante ejército revolucionario, en la capital abandonada por los últimos reductos del ejército imperial… Somos náufragos de un gran barco, hoy sumergido bajo el océano de la apariencia. Llegamos a esta isla de lo ciber – digito – virtual y aturdidos en un principio, hoy comenzamos a dar pasos por sus jardines sembrados de pixeles en flor y racimos de dígitos binarios, encontrando esencias innegables de nuestros jugosos y verdaderos frutos amados. No es lo mismo, no podemos ser aduladores, es otra cosa patentemente sintética, pero hay fuerzas y suficientes semillas rescatadas de la pérdida total, con lo que podemos intentar repoblar la vida.
Al respecto del CRÉDITO ACADÉMICO, siempre se ha presentado como una manera de sumar la acumulación del conocimiento necesario, para el manejo solvente de técnicas y teorías. Este concepto, se amplía en algunos modelos académicos, como lo ciclos propedéuticos, hacia la posibilidad de promoción desde los niveles técnicos laborales, hacia los técnicos profesionales, tecnólogos y profesionales. El crédito, encarna unas horas aprendizaje dirigido, por un docente o acompañante, de tipo presencia, que deben complementarse con un aprendizaje autónomo, en el cual el estudiante, hace aplicación de temas y destrezas.
En el caso específico de del educación a distancia, se borra esta frontera entre la presencia y la ausencia del docente, porque el apoyo de este, es permanente y en eso –curiosamente- la educación a distancia, no limita a un horario, la interacción entre estudiante y docente. Podría incluso decirse que se distancia más esta relación en la educación tradicional. Sin sumársele que la presencialidad, no es única condición en el éxito de un proceso de aprendizaje, sino la interacción, aspecto que casi nunca se lleva a cabo en un aula de clase.
EL ASPECTO CURRICULAR.
En cuanto al currículo, se concibe en muchos espacios académicos, como la estructura temática y metodológica, que desde elementos básicos, va haciendo más complejo el alcance de niveles de conocimiento. El diseño curricular, tiene la propia identidad del tipo de especialista, profesional, doctor o magister, que se requiere en la sociedad. Siempre y cuando la indagación que la institución haya hecho a nivel de la sociedad o comunidad donde se espera que aplique el egresado sus conocimientos, este currículo tiene pertinencia. En el caso del currículo ofrecido en esta especialización, hay aspectos diversos que no conservan una formación hacia una sola línea de pensamiento. Hay elementos en investigación que son diversos y universales a la vez, hay elementos de formación disciplinar, que ahondan más en el manejo de escuelas de pensamiento y teorías de las ciencias sociales y hay una información institucional (SIUP) que confronta con elementos de la teoría de la educación a distancia y las políticas de la UNAD. Sin embargo, podría incluirse (No sé si eso esté planteado posteriormente en la especialización), unas bitácoras de trabajo de campo, correspondientes a alguna investigación, en las cuales de manera “cruda”, sin editar, se haga una muestra de las condiciones de vida que cualquiera de nosotros, podría encontrar en diferentes entornos sociales. Esto podría llamarse “EXPERIENCIAS EN NUESTRAS COMUNIDADES”, y sería una ventaba abierta, para analizar diversas formas de organización comunitaria, los tipos de valores y prácticas, que se dan en las zonas rurales y de minorías étnicas, que debido a nuestra imposibilidad de estar allí presentes, se configurarían como una herramienta de consulta y experiencia invaluable.
SOBRE LA EVALUACIÓN.
Hasta el momento, he recibido por parte de tutores y docentes, los comentarios, indicaciones y pistas, suficientes para la realización de las actividades y a su vez, las valoraciones han sido acertadas, ceñidas a estas exigencias y sin una intensión de demostrar que hay una parte que sabe y otra que no. También he recibido los materiales que considero valiosos para desarrollar el proceso, con los cuales he elaborado acercamientos, que sin ser resultado de repetición o memorización, han sido recibidos de forma incluyente, ya que no tengo respuestas de descali8ficación de los mismos. Sin embargo por razones de cobertura, imagino que no hay la posibilidad de contar con los suficientes docentes, como para mantener una comunicación más regular y no sujeta a los períodos de corte de actividades. La evaluación siempre se ha tomado como la finalización de una parte del proceso, cuando es un inicio de nuevas concatenaciones entre aspectos anteriores y otros nuevos. Me preocupa que los aspectos formales, como las normas de presentación de trabajos, el cumplimiento de formatos o protocolos, vaya pesar igual o aún más que los aportes, que son el último el fondo mismo sentido del conocimiento.
BIBLIOGRAFÍA.
Hoyos, Guillermo. Elementos filosóficos para la comprensión de una política de Ciencia y Tecnología, 1.990
RESTREPO, Bernardo. 2002. Conceptos y aplicación de la investigación formativa y criterios para evaluar la investigación científica en sentido estricto. Documento CNA. (http//www.cna.gov.co).
RESTREPO, Bernardo. 2002. Conceptos y aplicación de la investigación formativa y criterios para evaluar la investigación científica en sentido estricto. Documento CNA. (http//www.cna.gov.co).
ORLANDO MARTINEZ TRIANA.
311 4 83 83 35
negromartri@gmail.com
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